Gracia en Cristo: Kosher
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lunes, 2 de enero de 2012

Datos Interesantes sobre los Animales Kosher

Los investigadores han hecho un descubrimiento increíble: si bien es cierto que todos los mamíferos tienen arterias frontales y posteriores, los animales que tienen la pezuña hendida y son rumiantes (los únicos que los hijos de Israel pueden consumir según la Torá) tienen una estructura diferente en las arterias de la parte posterior del cuello.

La arteria vertebral y la arteria carótida en los animales no kosher están separadas y entran directamente en la estación central del cerebro. Por esa razón al cortar o degollar al animal no kosher su muerte es dolorosa y de largo sufrimiento.

Mientras que en los animales kosher (cabras, vacas, ovejas, pollo, etc) la arteria vertebral fluye en la arteria carótida, y al cortar la arteria carótida del animal kosher su muerte es sin dolor y en segundos, porque al cortar esta arteria la sangre deja de pasar al cerebro y el animal queda inconsciente para morir sin dolor y sin sufrimiento.

Por otro lado, estudios han comprobado que los animales no kosher reconocen o perciben estar en presencia de muerte, mientras que los animales kosher no, por lo que no sufren antes de su muerte.

La shejitá o faena

Determinar que un animal es de una especie kosher es solo el primer paso. Los mamíferos y las aves kosher son faenados en un procedimiento especial llamado shejitá, en el que se degüella el animal con un corte exacto y sin dolor, usando un cuchillo perfectamente filoso y liso (llamado jalaf). Esto lo hace un shojet altamente entrenado, cuidadoso de la Torá y temeroso de Dios.



Un animal que muere o se mata por cualquier otro medio no es kosher. También se prohibe terminantemente comer la carne arrancada del animal mientras está vivo (esta prohibición es una de siete leyes universales de Noé y es la única ley kosher que se aplica tanto a los judíos como a los gentiles). Los peces no requieren shejitá.

En los últimos años ha habido acusaciones e intentos de prohibir la faena de los animales según la Torá, aduciendo que es un método cruel que los hace sufrir, a diferencia de la práctica común de producir la inconsciencia del animal antes de matarlo, bien sea mediante un disparo o mediante la aplicación de corriente eléctrica.

Actualmente, la minimización del sufrimiento del animal en la faena es convalidada por experimentos de la ciencia moderna. Ello añade la shejitá a la lista de pruebas del origen divino de la Torá.

La evidencia científica

En la base del cerebro de los mamíferos hay un anillo de conductos sanguíneos y arterias que crea una especie de estación central para toda la sangre que fluye hacia el cerebro, que en los humanos recibe el nombre de círculo de Willis, y en los animales, Rete Mirabile. Hasta un principiante de medicina sabe que una repentina baja de presión de la sangre en ese componente central del cerebro produce de inmediato un estado inconsciente. En el momento de la shejitá queda cortada la arteria carótida, la ruta central que lleva la sangre del cuello al cerebro. En el instante en que el cuchillo pasa por esta arteria, cesa el torrente sanguíneo hacia el cerebro, baja la presión sanguínea rápidamente y el animal pierde la conciencia en menos de dos segundos, lo que implica que desde ese momento en adelante no puede sentir ningún dolor.


Resultados sorprendentes

Pero hay algo aún más sorprendente. Las arterias carótidas llevan la sangre al cerebro desde la parte frontal del cuello. Hay arterias adicionales en la parte posterior del cuello, cerca de la columna, que reciben el nombre de arterias vertebrales. Estas también están conectadas con la base del cerebro, adonde llevan sangre. Entonces, ¿cómo es que la shejitá realizada solamente en la parte frontal del cuello evita el sufrimiento del animal, si tomamos en cuenta que la sangre sigue fluyendo a la Rete Mirabili por las arterias vertebrales, que no se cortan durante la faena?

Los investigadores han hecho un descubrimiento increíble: si bien es cierto que todos los mamíferos tienen arterias frontales y posteriores, los animales que tienen la pezuña hendida y son rumiantes (los únicos que se pueden consumir según la Torá) tienen una estructura diferente en las arterias de la parte posterior del cuello.

El efecto de la shejitá sobre el torrente sanguíneo de los animales permitidos




Mientras en los mamíferos no kosher estas arterias entran directamente en la estación central del cerebro, en aquellos que son kosher las arterias posteriores primero se conectan a la arteria frontal antes de entrar al cerebro. La mayor parte de la sangre que llega al cerebro fluye a través de estas arterias frontales. La shejitá que se realiza en animales kosher solo en la parte delantera detiene casi en forma instantánea el flujo de sangre hacia el cerebro. La sangre que llega al cerebro por las arterias vertebrales inmediatamente cambia de dirección y se aleja hacia el punto de menor resistencia y lejos de la cortada. El resultado es una baja inmediata de la presión arterial y la pérdida de conciencia del animal, asegurando  que no sienta ningún dolor.

En conclusión, gracias a la investigación reciente de los sistemas circulatorios de varios animales, la interrogante que desafiaba la autoría Divina de la Torá prueba su fuente trascendental. ¿Quién más que Dios hubiera podido producir esta impresionante distinción fisiológica entre los diversos mamíferos y construir una conexión tan única y especial entre los animales definidos como kosher y su estructura fisiológica y, al mismo tiempo, enseñar cómo faenar esos animales de un modo que no infrinja dolor o sufrimiento?

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