Gracia en Cristo: El Olivo bueno y el olivo silvestre

domingo, 10 de mayo de 2009

El Olivo bueno y el olivo silvestre


Qué bueno que somos ramas del olivo silvestre injertadas en el buen olivo donde Yeshúa es el agua, la luz, la raíz, y la savia. El tema es que la planta toda es una unidad en conjunto con las ramas que somos la iglesia. El agua es la palabra. El olivo silvestre tiene su raíz en el mundo, pero nuestra raíz está en los lugares celestiales con Yeshúa el Mesías.

Ya fuimos cortados de allí (el Olivo silvestre cuya raíz es Satanás) y clavados juntamente con el Mesías (injertados) en la cruz. Así es que morimos como ramas separadas y ahora vivimos en Él. Por lo tanto el fruto (El aceite de la consagración) lo producirá Él si decidimos permanecer en Él. Si la raiz es santa, también lo somos nosotros porque la raiz nos sustenta y nos dá su vida.

La operación del corte e injerto es una operación contra naturaleza, o sea que es sobrenatural y es obra de Dios, que es severo, pero también es bueno y por lo tanto tiene misericordia para con nosotros. Romanos 11:16

Así que si fuimos injertados podemos ver ahora su obra, el árbol que Él cuida y hace crecer y lo siguiente que hará es injertar de nuevo a las ramas originales del olivo bueno, darles vida nuevamente cuando selle al remanente de Israel por amor de SU NOMBRE.

Efectivamente el agua del lavacro o mar de bronce limpiaba a los sacerdotes que entraban al templo. Esto se puede interpretar para nosotros hoy según lo que dijo Yeshúa en Juan 15:3 Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.

También es la lluvia que Dios manda como dice Isaías 55:10 Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.

La raíz del olivo silvestre que está en el mundo, es Satanás mismo como dijo Yeshúa en Juan 8:44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.

También en Deuteronimio 29:18 No sea que haya entre vosotros varón o mujer, o familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy de Yahweh nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de esas naciones; no sea que haya en medio de vosotros raíz que produzca hiel y ajenjo,

Isaías 5:24 Por tanto, como la lengua del fuego consume el rastrojo, y la llama devora la paja, así será su raíz como podredumbre, y su flor se desvanecerá como polvo; porque desecharon la torah de Yahweh de los ejércitos, y abominaron la palabra del Santo de Israel.

En cambio la raíz del olivo bueno es el Mesías

Isaías dice 11:10 Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos (pender o estar colgado, nos colgaremos de Él), será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa. (Su habitación, habitar en Él, que Él sea habitado, Él es el tabernáculo de Dios con los hombres)

Romanos 15:12 Y otra vez dice Isaías: Estará la raíz de Isaí, Y el que se levantará a regir los gentiles; Los gentiles esperarán en él.

Yeshúa dijo Apocalipsis 22:16 Yo Yeshúa he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.

También están los buenos que intentan a través de la religión salvarse pero que no están en el Mesías como dice en Marcos 4:6 Pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó.

También en Marcos 4:16 Estos son asimismo los que fueron sembrados en pedregales: los que cuando han oído la palabra, al momento la reciben con gozo; pero no tienen raíz en sí, sino que son de corta duración, porque cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra, luego tropiezan.

En la cruz se hace el injerto, la unión, el sacrificio sustitutivo pero también inclusivo. Él nos perdona pero para poder perdonar él mismo tiene que sufrir las consecuencias en sí mismo. Dios quería perdonarnos, aún antes de que nosotros nos diéramos cuenta de la necesidad de ser perdonados, por eso nos perdonó pagando Él nuestro desvío, el precio del pecado, la muerte. Ahora, para los que creen en Él no hay condenación, hay expectativa de reunión con Dios, de galardón, de comunión, sus pensamientos ahora son los que llenan la mente (por su Espíritu en nosotros) siempre impulsándonos a considerar las cosas a su manera aunque nuestra vieja naturaleza aún quiera imponerse. Ésta es la ley del Espíritu de vida en Yeshúa el Mesías.

Romanos 6:3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Yeshúa el Mesías, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como el Mesías resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.

Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado. Y si morimos con el Mesías, creemos que también viviremos con él; sabiendo que el Mesías, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él.

Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para Dios vive. Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Yeshúa el Mesías, Señor nuestro. No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias; ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.

Por lo tanto ahora nos presentamos en todo momento ante Él por la fe como vivos de entre los muertos.

Romanos 6:22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Yeshúa el Mesías Señor nuestro.

Aquí nos muestra ese fruto del olivo bueno, la santificación, un proceso que la raíz opera en todo el cuerpo por la savia y que a su tiempo dá su fruto si lo consentimos, teniendo siempre como objetivo la vida eterna (y ya sabemos quién es la vida eterna...Juan 11:25 Le dijo Yeshúa: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.) No nuestra vida eterna, la vida eterna del Mesías, Él es la vida, en Él tenemos vida. Él es el que comunica esta vida eternamente, la comparte abundantemente.

Romanos 8:1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Yeshúa el Mesías, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Yeshúa el Mesías me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. (esto es algo que no viene de nosotros, viene del Espíritu de vida en Yeshúa el Mesías, la savia) Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. (el ocuparse sí viene de nosotros, es nuestra decisión) Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu del Mesías, no es de él. (pero todos los que han sido injertados en el olivo bueno comparten y se nutren del Espíritu del Mesías, son de Él y agradan a Dios no porque Dios nos considere a nosotros, sino que por estar en el Mesías Dios lo considera a Él y se agrada (Mateo 17:5 Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd.))